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AFP

Auto Maracanazo

El maquillaje oneroso versus el sentido común

Publicado: 2014-06-05

La bendita publicidad y el bendito marketing crean un mundo paralelo sobrevaluando a las personas y a los acontecimientos: el mundial Brasil 2014 será también la construcción de un mosaico de imágenes prefabricadas del país sede a costa de un gran presupuesto. Del otro lado, la tolerancia de la población se acabó y se considera con mucha razón que estamos frente a actos negligentes de los altos mandos tanto en la priorización del presupuesto como en los aparentes robos en las obras.

Los funcionarios brasileños desestimaron el poder de indignación de la población que con justa razón reclaman sustancia en los gastos contrariando el espíritu superficialón de certámenes como el mundial: las necesidades primarias jamás serán más importantes que el fútbol; la salud, la educación, el empleo, la vivienda, la ecología y demás, golean de alma al fútbol: así Brasil sea el país más alegre y futbolero del mundo, resulta inconsistente defender un enorme gasto, camuflado en el término “inversión”, contra los intereses comunitarios.

Las protestas en Brasil hablan de un país con ciudadanos que se hacen respetar más allá de las oportunidades que ofrecería el mundial, insistiendo en mejorar, insistiendo en hallar sensatez en medio de la obnubilación que este torneo suscita, insistiendo en hallar compromisos para la profundización del desarrollo en temas vitales.

La torcida brasileña no solo lucha por el equipo de fútbol de sus amores en las graderías sino que la torcida fuera de los estadios claman y reclaman justas razones en el desarrollo social para un mejor porvenir: la alegría no reina en el país, se vivirán tiempos difíciles por la retahíla de protestas, será posible hallar una equilibrada solución en medio de la fiesta, será posible que los diversos sectores puedan armonizar objetivos de Estado. Lo que sí queda claro, es que Brasil es más que el país de la alegría, es el país también de los ciudadanos de sentido común.


Escrito por

Jean Valdés

Ecólatra balando ideas rexistenciales.


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